Visiones y Versiones
De una sociedad convulsa, una ciudad caótica y, por extensión, un país que oscila entre lo incierto y lo repetitivo, surge la necesidad de entender, la búsqueda de descifrar signos y hechos para esbozar respuestas. En el arte palpita el futuro, el atisbo del porvenir que como imagen latente empieza a develarse tenuemente hasta alcanzar definición y nitidez. Estas ideas se conjugan en Tarot Caracas (1980-1988) de Antolín Sánchez, un proyecto premonitorio y riguroso en el que la fotografía y las técnicas de fotomontaje construyen lecturas y relecturas. Leer la ciudad a través de la lectura del tarot, más que una redundancia, es un ejercicio creativo y matemático que combina crítica, imaginación, análisis e interpretación, un acercamiento consciente e intencionado mediado por la fotografía y su capacidad de hacer visible lo invisible.
En medio, y a través, de la confusión de la ciudad, Antolín Sánchez construye una atmósfera y una narrativa, creando asociaciones y relaciones que nos interpelan, que nos interrogan de vuelta, devolviéndonos un reflejo de lo que fuimos, lo que somos y, tal vez, proyectar lo que seremos, una sumatoria de momentos, sujetos y acontecimientos.
78 piezas para revelar lo desconocido, atravesar el laberinto de nuestra historia, observar con asombro lo obvio, describir y descubrir el entorno, mientras se exploran y mezclan visiones y versiones, barajando lo impreciso y lo seguro, aquello que indiscutiblemente ha sucedido y lo que probablemente puede ocurrir, susurrando misterios y verdades que nos demuestran que “… la imagen sobrevive, como un objeto salvado de un incendio. Nos invita a mirarla, a recuperar la emoción de descubrirla, nos revela un secreto” (Georges Didi-Huberman)
Johanna Pérez Daza
Una reflexión sobre Tarot Caracas
Durante 1980 decidí desarrollar una serie fotográfica sobre Caracas. Estudiaba matemáticas y eso influyó en que intentase sistematizar ese reto, pero sin decidirme sobre cómo hacerlo. Poco después leí un libro esclarecedor, El Tarot o la máquina de imaginar de Alberto Couste. Me cautivó la poderosa capacidad de esta disciplina: con solo 78 elementos (22 arcanos mayores y 56 menores) se pueden generar infinitas lecturas. Así, decidí que interpretaría la ciudad a través de un Tarot.
Se trataba de algo mucho más complejo que salir a la calle para encontrar alegorías a las cartas. El desafío consistía en interpretar visualmente los significados asociados a cada arcano. Durante los ocho años de realización, mi visión de la urbe fue cambiando y por lo tanto periódicamente modificaba algunas imágenes. Más que explorar la ciudad, debía inventarla.
También fue un reto estético: las fotografías debían ceñirse al formato vertical de los naipes. En varias fotografías se evidencian las influencias de otras series que realizaba en paralelo, como La caída de Babilonia. En el conjunto definitivo, expuesto en la Galería Viva México en 1988, existe diversidad de estilos: desde gráficas documentales hasta fotomontajes complejos que realizaba usando varias ampliadoras. Creo que esa diversidad estética está en la identidad de Caracas, ciudad plena de contradicciones y misterios en la que sus habitantes, como naipes que son barajados, cruzan azarosamente sus destinos.´
Antolín Sánchez L.
INFORMACIÓN BÁSICA SOBRE EL TAROT
El Tarot es una disciplina adivinatoria que utiliza un juego de 78 cartas o arcanos, divididos entre 22 mayores y 56 menores. Los arcanos mayores son figuras arquetípicas identificadas con números cardinales desde el I (El Mago) hasta el XXI (El Mundo). Existe un arcano sin número, El Loco. Los arcanos menores están distribuidos en cuatro palos: bastos, copas, espadas y oros. En cada palo existen cartas del uno o As hasta el diez y las figuras de Sota, Caballero, Reina y Rey. El Tarot se originó a partir de cartas medievales de uso lúdico, que fue derivando hacia un uso adivinatorio en el XVII y recibiendo influencias de la astrología, la alquimia, la numerología, la filosofía, la mitología clásica, el cristianismo y la cábala. Hacia mitad del siglo XVIII se asienta tal como se conoce actualmente, siendo el Tarot de Marsella la referencia más aceptada.
En los arcanos, cada elemento y color tiene un significado. Por ejemplo, el Arcano XI La Fuerza, muestra a una doncella abriendo la boca de un león. Su rostro parece sereno, como si no hiciese esfuerzo. Para simbolizar ese poder, la forma de su sombrero corresponde al símbolo matemático de infinito, un 8 acostado. Existen innumerables métodos de lectura del Tarot que difieren tanto en el número de arcanos seleccionados como en la forma de disponerlos. Durante el siglo XX, el Tarot fue objeto de estudio por diversos especialistas, destacando el psiquiatra Carl Gustav Jung quien relacionó los arcanos mayores con los arquetipos subyacentes en el inconsciente colectivo de la especie humana.
ANTOLÍN SÁNCHEZ
Antolín Sánchez L. Caracas, 1958. Licenciado en Comunicación Social (UCV). Premio Nacional de Fotografía. Exposiciones individuales en Londres, París, Sao Paulo, Caracas y las principales ciudades de Venezuela. Premiado en forma múltiple en los dos eventos de artes más importantes de Venezuela: Salón Arturo Michelena (5 veces) y Salón Nacional de Arte Aragua (3 veces). Representado en Essex Colection of Art from Latin America, Museo de Bellas Artes de Caracas, Archivo de la Fotografía Urbana, Colección Ignacio y Valentina Oberto, y Colección Banco Mercantil. Desde 1988 hasta el presente ha participado como director de fotografía, director o guionista en cientos de programas de televisión, así como en videos corporativos y publicitarios. Articulista de los diarios El Nacional y El Universal de Caracas (1989-1992). Su novela Primera parte, estuvo entre los diez obras finalistas del Premio Planeta de Novela 2017.