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La arquitectura es un hecho cultural, aproximarse a ella siempre es complejo, difuso, y dar los primeros pasos de la carrera en esa dirección, no es una tarea menor. Toda muestra siempre refleja una diversidad de aspectos, mucho más si se trata de presentar una escuela que se inicia, que empieza a ver la luz. Entre esa serie de asuntos, que se perciben al mirar este producto colectivo, podríamos decir que está detrás una institución, un plan de estudios y la búsqueda de la calidad académica, también el plantel docente, los estudiantes y está la dedicación de todo un equipo para lograr alcanzar los objetivos propuestos a corto, mediano y largo plazo.
Desde la reapertura de la carrera en la UCAB en septiembre del año 2022, luego de siete décadas de inactividad, la nueva escuela se ha propuesto trabajar con el mismo afán en las tres vertientes de la disciplina: investigación, docencia y extensión. En esta oportunidad, se ha querido volver a mostrar públicamente los resultados obtenidos en su primer año con los Talleres de Proyectos de 1º y 2º semestre, por considerar fundamental la crítica, y autocrítica, sobre el proyecto académico planteado. Los inicios siempre son estimulantes, aunque se tornen complejos y estén plagados de dudas, de aciertos y desaciertos, pero definitivamente son una oportunidad para proponer y hacer. Luego de establecer unas líneas gruesas, que esbozan un camino de formación que tendrá que ver con lo constructivo, lo sostenible y lo social -aspectos todos vinculados a la arquitectura y la ciudad consideramos también de suma importancia la parte instrumental. Es decir, enseñar las herramientas prácticas de proyecto que acompañen todo tipo de reflexión teórica en los distintos talleres. Hablamos de un arquitecto que tenga buen dominio de la forma y el espacio, que sea sensible al manejo de los materiales y los recursos y medios con los que cuenta. Finalmente, nos referimos a un estudiante que demuestre experticia en su discurso oral y el empleo de la tecnología, así como destreza en los modelos físicos y virtuales, a la vez que empieza a conocer su rol y su posible aporte al entorno que habita. He allí un gran reto.
En honor a estos reconocimientos que llevan su nombre, es importante acotar que el profesor Julio Volante Marrocchi (Tucumán, 1920-Caracas, 2003) fue un arquitecto y profesor argentino venezolano con una larga y valiosa trayectoria, no solo profesional sino académica. Poseedor de una obra extensa e importante en nuestro país, entre la que destacan decenas de viviendas privadas y edificios emblemáticos como la Concha Acústica de Bello Monte, la Torre Cavendes o el Edificio de Aulas de la UCAB, el maestro Volante fue merecedor de todos los honores como estudiante en Argentina y EE.UU. y luego como docente en Venezuela. El nombre de este premio enaltece y reconoce su valioso legado a la arquitectura y la docencia en nuestro país. Esta muestra consta de una selección de 24 trabajos de estudiantes guiados por las maneras de ver y de hacer de 12 profesores: Edgar Aponte, Jhonatan Belisario, Marco Cucolo, Alessandro Famiglietti, Iliana Germán, Diego Manrique, Alexandra Mercado, Alberto Navarro Gurovich, Juan Carlos Parilli, Eduardo Rivas, Víctor Sánchez Taffur y Ricardo Stand. Cada taller ha postulado los dos mejores trabajos de sus estudiantes para que opten por estos reconocimientos a la excelencia.
Como colofón a esta corta reseña, podemos decir que estamos ante una propuesta académica que nos invita a entrar en el terreno de lo especulativo, a mirar una nueva escuela que se irá perfilando día a día. Como sabemos, existe una dialéctica permanente entre lo que se plantea como estructura y ese saber que viaja por los pasillos y va ajustando y rehaciendo gracias a la experiencia, el ensayo y el error. La escuela vive y será su constante renovación, e incluso sus propias contradicciones.
Prof. Víctor Sánchez Taffur
Jefe del Departamento de Diseño
Arquitectura UCAB
El panel evaluador estuvo conformado por los arquitectos y docentes Juan Castillo, Ana Valenzuela y Rafael Urbina, quienes evaluaron el trabajo de 24 alumnos de primer y segundo semestre seleccionados para participar en el certamen. El jurado escogió —por cada semestre— a los tres primeros lugares, así como dos menciones honoríficas.
De esa forma, Verónica Farías se alzó con el primer lugar del primer semestre; Danna Baratta obtuvo el segundo lugar y el tercero fue para María Aguirre. Las menciones a la excelencia fueron otorgadas a Tomás Drew-Bear y Valeria Bornia.
Fotos: Manuel Sardá
