Tras cinco años documentando exhaustivamente la situación sociopolítica de Caracas y explorando sus rincones más oscuros, sentí la necesidad de ver mi ciudad natal bajo una luz diferente. Mi experiencia como terapeuta ocupacional me había enseñado que las personas con discapacidad visual tienen los sentidos intensificados. Por eso, en 2018, decidí visitar el centro de discapacidad visual de Caracas, donde había trabajado anteriormente como terapeuta. Al llegar al hospital, el director a cargo me presentó a Carlos Cabrera, un niño parcialmente vidente de 14 años con Glaucoma congénito. Desde nuestro primer encuentro, me impresionó su carisma y su mágica presencia.
Cuanto más me acercaba a él, más sentía que “el principito de Caracas” estaba frente a mí; conocer a Carlos es como experimentar la famosa cita “Sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos” Carlos, que es el principal protagonista de este proyecto, a través de sus ojos y de todos sus sentidos y conocimientos, me enseña muchas lecciones sobre Caracas y la situación actual de Venezuela. Además, nuestras conversaciones me ayudaron a sanar algunos de los conflictos internos que han surgido desde que emigré a Europa.
El proyecto incluye fotografías que tomé de él y de su vida, fotos instantáneas tomadas por Carlos y, lo que es más importante, entradas del diario de Carlos escritas en braille y traducidas por su madre a palabras escritas. A través de estas reflexiones conjuntas, el proyecto pretende mostrar la visión personal de Carlos, un joven que vive la Venezuela de hoy.
Ronald Pizzoferrato
Publicado enExposiciones Fotografía Inmersiva 360º